Viaje a New Orleans

El viernes al mediodía, tras una breve parada en Walmart para comprar ropa blanca y un pañuelo rojo para los San Fermines, partí en mi Buick junto a otros tres compañeros. Nada más y nada menos que 5 horas de carretera, con una breve parada a medio camino para repostar e ir al wc. Conduje la primera mitad del viaje, con la mala suerte que cuando llevaba cerca de dos horas, me paró un sheriff de un condado de Louisiana que se encontraba escondido detrás de unos árboles. Justo en el momento en qué pasé por el lado del coche (iba a 85mph siendo el límite 70mph) me di cuenta de que me habían pillado y vi por el retrovisor como el coche, lentamente y sin prisa ninguna, se incorporaba a la carretera y me seguía. Cuando se encontraba a unos 15 metros de mi, me puso las luces que me indicaban que tenía que parar en el arcén. El sheriff, un señor de unos 50 y tantos años, regordete y con cara de bonachón, salió del coche, se acercó al mío y me preguntó si sabía cuál era el límite de velocidad. Yo estaba super nerviosa y solo pude decir que no con la cabeza (mentira, bien sabía que era 70…); no fui capaz de decirle ni una palabra. Me pidió el carnet de conducir y cuando lo vio, se echó a reír y me preguntó “¿esto es tu carnet de conducir?”. No me extraña que flipara, ya que esa manta rosa que algunos aún llevamos a modo de licencia deja mucho que desear… El señor se llevó mi carnet a su coche y al cabo de menos de un minuto salió, me lo devolvió, me pidió que fuera más despacio y se volvió a su coche. ¡Y se fue sin ponerme la multa!. Por lo que me han comentado por aquí, a veces si te pillan a menos de 90, al ver que eres extranjero, no te ponen la multa por qué les supone un poco de follón todo el papeleo que tienen que rellenar para luego no saber si eres un turista que en breve se va a volver a su país dejando la multa sin pagar… Fuera como fuera, tuve mucha suerte.

Llegamos a New Orleans a las 21.30h de la noche. Dejamos el coche en el parking del hotel, subimos las cosas, ducha rápida y nos fuimos a encontrarnos con el resto de compañeros. Ellos estaban ya en un bar de la calle Bourbon. Esa calle es donde están los bares y los hay para todos los gustos: bares con escenarios con gente cantando en directo (country, rock,…), bares con escenarios en donde hay una especie de speakers que animan a las chicas a subir a bailar (el baile típico de aquí, que consiste en mover mucho el culo y restregarse con quién tengas detrás…), bares con toros mecánicos en dónde solo suben chicas con minifalda y a las que se les ve de todo, bares de striptease,… El primer bar en el que estuvimos era del segundo tipo y la verdad es que todo lo que pueda explicar se queda corto. Aquello es verlo para creerlo. Mogollón de mujeres de todas razas, alturas y tamaños, bailando como posesas encima de un escenarios, “peleándose” por ver quién es la que baila mejor, la que mueve mejor el culo, la que enseña más las tetas,… Luego fuimos a un bar en dónde tocaban rock en directo y me gustó mucho, pero la música estaba demasiado fuerte. El tercer y último bar al que fui, era uno con balcón. Muchos de los bares tienen una planta arriba con un balcón que da a la calle. En Nueva Orleans existe una especie de “juego” que consiste en tirar desde los balcones (o desde la calle a veces también) collares de plástico a las chicas. Se supone que a la chica que le tiran un collar, debe enseñar los pechos. ¿Alucinante? Bueno, lo más alucinante es que la mayoría de las chicas no esperan a que les tiren el collar, sino que directamente miran hacia el balcón que tienen encima y se sacan las tetas… Después de ver este “espectáculo” me fui a dormir.

El sábado teníamos que levantarnos para ir a ver el “encierro”. El encierro era a las 8 y en vez de toros, lo que “sueltan” son chicas con patines, cascos con cuernos y bates de baseball de plástico; su misión es ir golpeando con el bate a quién se vayan encontrando por delante. Yo no fui porqué los de mi habitación nos dormimos y nos despertamos poco después de las 8, pero ya demasiado tarde para llegar a tiempo. Aún así, nos vestimos con la ropa de los San Fermines y salimos a la calle. Hacía un calor horroroso. Fuimos hacia las calles donde se celebraba lo de los San Fermines y aquello estaba abarrotado de gente. Entre el calor y todo, otras chicas y yo decidimos irnos a desayunar, mientras que la mayoría de nuestros compañeros habían empalmado la fiesta de la noche con la fiesta de la mañana. Nosotras nos dedicamos a pasar el día viendo la parte del French Quarter, que es donde están las calles de las galerías, el French Market, etc. También probé una especie de buñuelos riquísimos llamados 'beignet' en el Café Du Monde, una cafetería muy famosa de New Orleans. Sobre las 5, nos fuimos al hotel descansar un poco hasta la noche, cuando salimos a dar otra vuelta y a cenar. Por la noche, volvimos a ir al primer bar de la noche del sábado y luego a uno en dónde había un toro mecánico. Como ya he comentado, y aunque no sea un requisito obligatorio, parece ser que sólo se subían al toro chicas con faldas muy cortas. Fue un espectáculo ver como se subían, como se les veía todo, y como la gente no hacía más que echar fotos y vídeos a las chicas… Lo mejor del momento, cuando uno de los speakers del bar, un negro de 2 metros de alto, se subió a una especie de pódium con una botella enorme de aire comprimido y se dedicó a echarle aire a las chicas para que se les subiera la falda y se les viera todo. La verdad es que aunque es muy divertido tanto lo del toro mecánico como lo de los collares, me parece un poco vergonzoso que traten así a las chicas y lo peor, que ellas se dejen y les guste. Pero bueno, esa es mi opinión… Después del momento toro mecánico y todavía en shock, me fui a dormir.

El domingo, otra vez las chicas solas, madrugamos para ir al NOMA (New Orleans Museum of Art). Fuimos hasta allí en tranvía y estuvimos allí hasta el mediodía. A eso de las 2pm nos juntamos con la mayoría de chicos (ellos habían salido hasta altas hora y se acababan de levantar) y nos fuimos todos juntos a comer un bar muy curioso y que me gustó mucho. Justo cuando ya nos íbamos, empezó a diluviar, así que llegamos al hotel empapados como si nos hubiéramos bañado en el mar con ropa. Por suerte, solo quedaba recoger las maletas, subirnos la coche y volver. A la vuelta volví a conducir, pero ahora la segunda mitad del viaje. Llegábamos a Birmingham sobre las 10pm.

Después de este fin de semana puedo decir que New Orleans es bonito, es una ciudad muy diferente, muy europea y la verdad es que es espectacular ver lo rápido que se han repuesto al desastre del Katrina. Sin embargo, el tipo de fiesta que se monta allí es de demasiado desfase para mí. Me gustará volver un fin de semana normal, sin que esté todo tan abarrotado y cuando las temperaturas sean más ligeras porqué con este calor es bastante duro hacer turismo por ninguna ciudad...

Por cierto, hoy por la mañana se ha vuelto ya para España la hermana de mi compañera. Me ha dado mucha penilla que se fuera y mi compañera, aunque diga que ahora está más descansada porqué no tiene que estar pendiente de ella, sé que está triste… La parte positiva, es que ahora ya no iremos a cenar fuera cada día y podremos ponernos en serio con nuestra operación bikini :-P

Os dejo algunas fotos de Nueva Orleans:

1) Tranvía en Canal Street
2) Bourbon Street
3) Bourbon Street II
4) Jackson Square con St. Louis Cathedral de fondo